Mmmm…
La incontrolada obsesión por la comida basura llega al límite y desemboca en su ovación en las pasarelas de la moda, en las calles de ciudades por las que se pasean las tendencias recién salidas del horno. El streetstyle de NYC o París. Los productos clásicos del supermercado o de la comida rápida nunca se habían permitido el lujo de imaginar,siquiera, que iban a llegar a ser los mejores aliados de la moda. Nunca jamás habían tenido un espacio tan trendy como un clutch para publicitarse.
Los primeros en desfilar comida fueron los grandes iconos de la moda: Moschino, Chanel o Anya Hindmarch.
De ahora en adelante, grandes marcas caen rendidas a los pies de esta moda tan absurda y se apuntan a patrocinar productos comprendidos entre detergentes y una selección más gummy, como lleva haciendo muchos años la diseñadora de clutches de referencia Charlotte Olympia, con sus ositos de gominola.
¿Qué quieres comer hoy?
Es un poco como el juego de las cocinitas. Estoy segura de que cualquier niña soñaría con tener estos complementos en el baúl de los juguetes, no en el armario…(y si a un niño le parece raro, tiene que serlo). Nos lo estamos tomando demasiado en serio y… a ver, realmente, ¿Cómo podemos ver esto por la calle sin que nos choque? y sin pensar: ¿ tiene que ser una broma? Graciosa,pero una broma. O que, por lo menos, deseamos que no acabe siendo una tendencia generalizada de esas que no entendemos pero que, al final, acabamos envidiando con locura.
Queda todo dicho. Veamos la repercusión de esta idea tan WEIRD en la sociedad. Veamos el hambre de los súbditos de la moda y veamos si deciden comérsela sin más o llevarla colgando.